Zapatillas para correr: cómo ajustarlas para no sufrirlas.

Las zapatillas son algo a lo que casi todos los corredores dan muchas vueltas, no sin razón. Son una de las piezas más importantes a la hora de correr. No esperes que te lleven a conseguir un resultado que no hayas entrenado, pero sí podrían estropearte una carrera o unas semanas de entrenamiento si no haces buen uso de ellas.

Las zapatillas no van a multiplicar tu rendimiento ni a hacer magia en tus marcas. Aunque sí, según los ritmos a los que corras y tus propias características, pueden empujarte un poquito más en tus resultados zapatillas de unas características o de otras.

Pero más allá de eso, lo que no querrás en ningún caso es que sea la zapatilla la que te obligue a abandonar una carrera o frenar tu ritmo.

Cómo ajustarte las zapatillas correctamente

 
Partimos de que has elegido la zapatilla correcta para ti. Sin embargo, superado este primer obstáculo de la elección correcta, queda calzársela adecuadamente.

Es posible que te hayas encontrado alguna vez con dolores que no sabes muy bien de dónde vienen. Es decir, cuando has hecho un mal movimiento o vienes notando sobrecarga y te lesionas, más o menos tienes una pista. Pero otras veces te sorprende alguna molestia cuya causa no adivinas.

Puede haber pasado que hayas cometido algún error al ponerte las zapatillas y entrenado (o competido) con ellas mal ajustadas.

Algunas cosas que te conviene cuidar al calzarte tus zapatillas para correr son:

• · Talla adecuada: no deberías notar que la punta de los dedos toca la punta de la zapatilla. El pie debe quedar sujeto, pero sin presionar. La distancia entre la punta del dedo más largo y la punta de la zapatilla debe ser de aproximadamente un centímetro.
• · Ajuste zapatilla: debe quedar bien sujeta al talón, evitando que el pie se deslice. El arco del pie debería estar bien sujeto y apoyado y los dedos deberían poder moverse sin restricciones.
• · Atar correctamente la zapatilla: los cordones deben servir para sujetar el pie pero sin presionar en exceso. Es recomendable comenzar atando el primer ojal con menos fuerza y aumentando la tensión progresivamente.

Una mala marca derivada de las zapatillas, puede no ser la peor consecuencias. Sería más grave arrastrar dolores o molestias durante semanas causadas por las zapatillas y tener que dejar de entrenar.

Algunas dolencias provocadas por las zapatillas

 
Si resulta que ya tienes el dolor o molestia, habría que descartar que pueda venir dado por la zapatillas.

Así que, según el dolor o daño que sientas, podrían estar por aquí las causas:

• · Dolor en el empeine: por haber apretado demasiado los cordones en la parte superior.
• · Ampollas: al atar demasiados flojos los cordones el pie puede ir deslizándose hacia delante y producir esas ampollas. Algún otro mal ajuste del pie a la zapatilla que cause deslizamientos también puede producir estas ampollas.
• · Dolor en las rodillas: suele aparecer por una mala absorción de impactos o una mala alineación del pie.
• · Inflamación del músculo tibial anterior (dolor en la parte inferior de la pierna): también puede ser por un mal ajuste de las zapatillas.

Lesiones como la fascitis plantar o la inflamación de tendones del pie, tobillo o rodilla, puede deberse a un uso prolongado de zapatillas inadecuadas. Probablemente, de algún modo, no te estás facilitando una buena pisada acorde con la forma de tu pie.

Otro elemento importante: el calcetín

 
Solemos hablar mucho de las zapatillas y no tanto del calcetín. Cierto es que la zapatilla tiene más peso en toda esta batalla pero ojo también con el impacto que puede tener el calcetín. Sobre todo el día que te planteas correr una maratón.

Algunas cosas a tener en cuenta:

• · La elección de calcetines adecuada puede prevenir ampollas: deberían ajustarse bien y estar hechos de materiales adecuados para correr. Eso de que haya arrugas o deslizamientos puede hacerte acabar con ampollas (además de la incomodidad de ir corriendo así).
• · Los calcetines pueden afectar el ajuste de tus zapatillas: calcetines demasiado gruesos pueden hacer que las zapatillas te queden demasiado apretadas, mientras que los calcetines demasiado finos pueden hacer que las zapatillas te queden demasiado sueltas. Se trata de encontrar el equilibrio adecuado.
• · La transpirabilidad de los calcetines es importante: los que no transpiran adecuadamente pueden causar pies sudorosos, lo cual aumenta el riesgo de ampollas y otros problemas.

Igualmente, según las condiciones meteorológicas del día, la elección del calcetín puede ser relevante. Como pasa el día que toca competir con lluvia. Un calcetín permeable puede hacer que la piel se vaya reblandeciendo y aumentar el riesgo de ampollas.

Así que a veces, nuestros males pueden no venir del propio entrenamiento o de malos movimientos, sino ser consecuencia de las zapatillas o calcetines. Lo cual hace que sea importante elegir bien las zapatillas más allá de diseños que nos gusten más o estén más de moda.