Por Toni Peña
Puede ser que después de un cierto periodo de tiempo entrenando hayas sentido que no aumenta tu rendimiento, que te estancas, que no llegas a cumplir tus objetivos. Para alcanzar objetivos deportivos es necesario SACRIFICIO, dolor, entrenamiento y superación de obstáculos. Si no, será difícil conseguir los objetivos planteados y fácilmente se caerá en la frustración.
El secreto para una larga vida deportiva, además de tener un plan de entrenamiento correcto y bien estructurado, es ser muy CONSTANTE. Sólo así se podrán superar los continuos obstáculos que van surgiendo.
Al principio es relativamente fácil ir aumentando el rendimiento. Pero a medida que se van superando los objetivos, estos cada vez son más difíciles de conseguir y requieren más dedicación y esfuerzo por nuestra parte.Llega un momento en que un atleta se estanca, no mejora en su rendimiento. Esto puede deberse a varios motivos. Puede ocurrir que el entrenamiento no es sea el correcto, que el atleta empiece a estar en sus topes naturales, que le falte motivación, que lleve acumuladas varias lesiones seguidas… En estos momentos es fácil pensar en arrojar la toalla y abandonar la práctica deportiva.
En mi caso he pasado por varios estancamientos deportivos. Unas veces era debido al tipo de entrenamiento, otras por no estar a gusto en el contexto externo que me rodeaba y otras por enlazar varias lesiones graves.
En 1997, después de varias lesiones graves que me impedían poder acudir a los Campeonatos para los que había entrenado duramente, decidí cambiar radicalmente mi vida. Dejé la Residencia Blume de Madrid y me fui a vivir a Portocolom, rodeado de mi gente. Al no correr y no tener resultados, la Federación Española no me renovó la beca económica así que no me quedó otra que buscarme un trabajo. Tenía entonces 26 años y encontré un trabajo relacionado con la carrera que había estudiado (turismo). Durante unos meses trabajé en un Hotel Rural de mi municipio. Hacía de todo, desde recepción de clientes a camarero.
Durante esos meses seguí entrenando y saboreando lo difícil que era trabajar 8/10 horas diarias y luego buscar tiempo para entrenar. Pero sirvió para encontrar la motivación. Decidí darme otra oportunidad. Me inscribí al Campeonato de España de Maratón que ese año era en Asturias, Sama de Langreo.
Gané, hice récord de los Campeonatos que si no recuerdo mal todavía está vigente, 2h10’47. Fui seleccionado para el Campeonato de Europa de Maratón en Budapest y me volvieron a renovar la Beca de la Federación. Evidentemente me sentí feliz. Decidí dejar el trabajo donde cobraba más de lo que podía sacar con el atletismo en aquel momento, pero mi vida era plena haciendo lo que me gustaba. Me veía capaz de seguir luchando para conseguir mi sueño: ser profesional del atletismo.
En este caso todo fluyó muy natural, pero cuando uno está estancado lo mejor que se puede hacer es valorar y sopesar qué cambios se pueden hacer para poder volver a encontrar la motivación suficiente para seguir luchando. Cambiar de sistema de entrenamiento, de entrenador, de lugar de residencia (mi caso)…