Antes de una competición siempre hablamos de un periodo de entrenamiento llamado ciclo específico. Fuera de este ciclo o periodo, hay otro entrenamiento menos exigente. Pero si un entrenamiento de exigencia media se extendiera durante más tiempo que la duración propia del ciclo específico, ¿sería suficiente para llegar bien a la competición? ¿Podría compensar ese incremento de tiempo una exigencia de entrenamiento algo menor?
La estructura que se aplica a la hora de organizar tus ciclos de entrenamiento en una temporada, pasa por periodos o ciclos de menos carga y otros que concentran mayor carga. Estos últimos son los ciclos específicos.
La combinación de ambos tipos de ciclos definen la temporada organizada en base a unos objetivos. Y con ellos también unos picos de forma.
¿Qué objetivo persigue un ciclo específico?
El ciclo específico es esa fase de entrenamiento previa a la carrera. En la que entrenas específicamente enfocado en un objetivo concreto. Una determinada carrera y una marca definida.
Teniendo claro el objetivo, todo el entrenamiento empieza a girar de cara a lograr eso.
Ya empieza a no valer que si hoy me apetecía ir más por montaña y cambio el plan. O este entrenamiento me lo salto. O esto lo cambio para hacerlo con un amigo y adiós a la tirada larga.
Vale, a nivel de corredor popular puedes quizá darte algunas licencias concretas porque también se trata de disfrutar y saberse gestionar si uno va muy cargado. Pero mejor que esas licencias no alteren los entrenamientos de calidad, juega con los otros ( y cuanto menos, mejor).
Entonces, lo que pretende conseguir ese entrenamiento dentro del ciclo específico, es llevarte al mejor punto de forma que puedas alcanzar para responder a ese objetivo concreto que tienes definido.
Recalco eso de “mejor punto de forma”.
Es decir, a dar lo mejor de ti mismo de acuerdo a tu nivel de partida y tus circunstancias. Pero no hablamos de ir a completar la carrera de cualquier manera o llegar trotando (o caminando). Si no a buscar una superación personal. Que batas tu mejor marca o mejores respecto del punto del que venías.
Conseguir esto, implica realizar un trabajo y un esfuerzo intenso. Porque cuanto más es así de exigente el entrenamiento, mejor punto de forma puedes conseguir.
Pero un alto nivel de exigencia, no puede sostenerse durante mucho tiempo.
Limitación de tiempo en los ciclos
Si piensas en cuando tenías exámenes, ¿qué hacías? ¿Recuerdas eso que decían los profes de estudiar un poquito cada día desde el primer día de curso? Pues creo que no he conocido a nadie que realmente lo aplicara. Uno acababa estudiando según se acercaba la fecha del examen.
A nivel mental, energético o de concentración o lo que sea, somos así. Somos capaces de sostener esfuerzos importantes, pero durante un periodo acotado. Si no, puede ser que vayamos excesivamente cansados, deprimidos o incluso acabemos enfermando.
Nuestro organismo no puede resistir altas exigencias durante largos periodos de tiempo.
Esto nos lleva a que sí, tú puedes estar siempre entrenando (si hay algún periodo de descanso activo, mejor). Pero no puedes aguantar un entrenamiento de exigencia alta durante 6, 8 o 12 meses. Porque llegará un momento en que tu cuerpo o tu cabeza dirán que se paran, que no pueden más. Entonces te verás desmotivado, lesionado o sobreentrenado.
Es por eso que el ciclo específico tiene una limitación de tiempo. En el caso de maratón y pensando en corredores populares, yo suelo establecer entre 12 o 16 semanas. En media maratón pueden ser unas 10 semanas y para 10 kilómetros alrededor de 8.
En la medida que tú sabes que todos los sacrificios que estás haciendo por tu objetivo son solo durante un periodo concreto, podrás sobrellevarlos.
¿Alargar tiempo y bajar intensidad?
Podrías entonces pensar que si no quieres “sufrir” tanto durante el ciclo específico, podrías alargarlo y bajar la intensidad del entrenamiento. Por ejemplo, en lugar de 3 meses de específico en la maratón, hacer 5 meses de exigencia media o algo más baja que la propia del específico.
Lo puedes ver como que vas avanzando gradualmente y progresando de manera más lenta para acabar entrenando a los ritmos que buscas.
Pero quizá lo veas así porque pienses que cuando no estás en ciclo específico, lo que se hace es entrenamiento de “base”. Así se refieren muchos corredores a él pero no sé muy bien que entienden por “base”.
Es verdad que es un entrenamiento que no busca en sí provocar un pico de forma fuerte sino crear una buena base para soportar luego un entrenamiento exigente propio del ciclo específico. Porque si esta base falla, si no llegas en un punto más que bueno de forma al arranque de un específico, luego vendrán las lesiones o las frustraciones por no poder cumplir el plan.
Pero sería un error que ese entrenamiento fuera del específico fuera siempre igual. Es decir, que repitiera unos mismos entrenamientos que solo buscaran mantenerte en un mismo nivel de forma para evitar bajar.
No se trata solo de eso. También tenemos que buscar subir de forma.
Aún fuera del ciclo específico, nuestro entrenamiento prácticamente siempre (descartaríamos periodos post-competición) debería buscar nuestra mejora gradual. Lo que pasa que a diferentes velocidades y ritmo de progresión según el ciclo.
Así que, si el entrenamiento de alta exigencia no podrías resistirlo ni mental ni físicamente mucho tiempo, al alargar el periodo de preparación bajas la exigencia. Lo que vendría a ser parecido a lo que ya uno debería hacer normalmente fuera del ciclo específico.
Ahora puedes pensar que vale, pero que en ese ciclo alargado de preparación de un objetivo, subirías un punto la exigencia respecto a lo que sería un pre-específico o un ciclo de transición pero sin llegar al nivel de un ciclo específico.
Pues se trataría de ver si ese punto de más de exigencia se sostiene durante tanto tiempo. O de si para sostenerlo acaba siendo de no tanta exigencia y no te ayuda a provocar el pico de forma que necesitas para tu objetivo.
Porque claro, piénsalo, el objetivo tiene que ser retador e intimidar un poco. Y para superar eso tendrás que dar mucho de ti, tiene que llevarte a tus límites hasta provocar esa superación. Si no, puede haber pasado que no hubieras definido un objetivo de verdad retador para ti. Entonces sí, entonces podrías entrenar durante más tiempo sin tanto desempeño y conseguir alcanzarlo. Pero no hablamos de eso.
Ese entrenamiento más forzado que supone el ciclo específico, esa suma más frecuente de entrenamientos de calidad que tienes que abordar incluso con fatiga, sacan lo mejor de ti. Pero no los puedes sostener mucho tiempo.
De hecho, esa definición de tiempo de ciclos específicos, está un poco pensada en la línea del mínimo tiempo necesario para que un corredor popular llegue con garantías a superar el objetivo que ha definido.
Así como yo lo veo, el ciclo específico es necesario. En cierto modo se puede ver con cierto sufrimiento pero a la vez como un disfrute en sí mismo. Cuando eres capaz de completar entrenamientos duros, por mucho que te duelan las piernas, te vas a dormir con una sonrisa. Eso ya es estar viviendo la carrera.
Esa exigencia máxima concentrada en un periodo que sí podamos sostener, es lo que necesitamos para superarnos y dar lo máximo de nosotros. Si no, veo difícil poder llegar esos extremos de mejora y satisfacción personal.
Pero si lo que buscas es sentir la felicidad que uno alcanza cuando supera sus límites aún pasando por un ciclo específico, entonces puedo ayudarte a conseguirlo con el Plan Resonancia.
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