A veces por diferentes circunstancias como pueden ser familiares o profesionales, te encuentras con que tienes que pasar un largo periodo de tiempo sin poder centrarte en preparar competiciones. Puede ser que vayas a mantener un ritmo de entrenamiento más irregular o no saques suficiente tiempo pero aún así, quisieras mantener la forma o incluso mejorarla. ¿Cómo debes entrenar entonces? ¿Más trabajo de ritmo o de fondo? ¿Hay que definir distintos ciclos dentro del periodo de entrenamiento?
Lo bueno de competir, en general, es que facilita mantenerte motivado. Cuando preparas una carrera y defines la marca que quieres alcanzar, estás fijando un objetivo y una ilusión. Trabajar enfocado en esto te ayuda a completar los entrenamientos más duros o a lanzarte a entrenar el día que estás más perezoso o incluso cansado.
Pero es cierto que si las circunstancias te impiden disponer de tiempo suficiente e incluso mantener una regularidad entrenando, pretender seguir un plan de entrenamiento enfocado en una determinada marca puede ser demasiado ambicioso.
Si sólo buscas mantenerte medianamente en forma, podrías conformarte con rodar cuando pudieras pero es probable que notes que pierdes ritmo. Si quieres no perder mucho ritmo, sólo rodar no te bastará. En este último caso, pese a no poder ser muy riguroso con el entrenamiento, sí que convendría seguir unas pautas de entrenamiento que vayan más allá del simple rodaje. Read More