Por Toni Peña
Muchas son las veces que la gente se me acerca, bien en la tienda o cuando nos cruzamos, y aprovechan para preguntarme si cuando estaba en lo más alto de mi carrera deportiva tenía o seguía una dieta muy estricta. Que cuál era mi alimentación como corredor.
Siempre o casi siempre contesto lo mismo. En mi caso, no me preocupaba lo más mínimo mi alimentación como corredor. Pero tengo que desarrollar esto con un poco más de detalle y analizar las circunstancias que me rodeaban:
- – Hay que considerar el momento en qué me encontraba.
Cuando estaba en el mejor momento de mi carrera deportiva, realizaba aproximadamente 220 kilómetros semanales. - – ¿Por qué no me preocupaba?
La respuesta es sencilla. Cuando uno es capaz de realizar de media en un ciclo específico de entrenamiento de maratón esta cantidad inhumana de kilómetros más sus respectivas sesiones de musculación, entenderéis que por mucho que me pasara en mis calorías diarias, éstas siempre iban en déficit con lo que realmente quemaba. Como inciso decir que más del 60% de mi kilometraje semanal era considerado de calidad, es decir, kilómetros paja o de regeneración, había bien pocos. - – La información no era tan accesible como lo es ahora.
No viví la época de las redes sociales, internet y el constante acceso a información y contenidos que vivimos ahora. No tenía demasiado interés en saber qué hacían o dejaban de hacer otros atletas. Tenía fe ciega en mi entrenador. - – Seguía el hábito propio de un deportista.
Cuando uno entrena al 120% ya le viene natural el comer sano, sin tener necesidad de seguir ningún plan de alimentación para corredor estricto. Simplemente saber que la proteína te ayuda a recuperar la paliza de entreno, que los glúcidos son la gasolina del motor que llevamos dentro y no olvidar que es muy importante la hidratación. Todo lo demás, frituras en exceso, alcohol,toxinas… ya las apartas voluntariamente.
Una vez abordado el objetivo, surge el único momento de más riesgo, llega en la fase de recuperación post-objetivo. Cuando se está en periodo de recuperación y el kilometraje semanal se reduce a la mínima expresión pero el apetito no sigue la misma curva. Ahí sí se tiene que tener cuidado con no acumular demasiado peso. Tampoco supone un problema ya que en pocas semanas de actividad, se vuelve a la dinámica anterior y el peso a su sitio.
Una vez aclarada la importancia que YO daba a la alimentación durante mis ciclos de entrenamiento específicos, vayamos a ver qué pasa con la alimentación de un corredor popular.
Los deportistas populares no dedican o no deben dedicar el mismo tiempo, ni realizan los mismos kilómetros, que uno profesional. Por tanto, sí deben tener cuidado con el peso, pero sin volverse locos. Simplemente el llevar unos hábitos sanos de alimentación y el hecho de preparar pruebas de fondo, debería ayudar al cuerpo a definirse e ir perdiendo masa grasa. Aunque aquí es donde cada uno tiene que saber cuáles son sus límites.
Hablamos de corredores populares, donde la marca es lo menos importante, yo les diría que siguieran mi táctica en la que comiendo sano y haciendo kilómetros, el peso irá a su sitio. En caso contrario, habría que mirar el por qué no se pierde peso y si fuera necesario, se podría plantear solicitar ayuda a un profesional del tema.
Algunas posibles causas podrían ser seguir un entrenamiento demasiado liviano o bien no querer sacrificar demasiado. Lo cierto es que correr carreras de fondo con “mochila”, al final se ve reflejado en el resultado final.
Os comentaré algunas recomendaciones que creo que todo corredor de fondo habrá oído en más de una ocasión pero, haced caso, funcionan.
- – En la mayoría de casos, a no ser debido a alguna patología, son matemáticas. Si se consume más de lo que se quema, difícilmente se está en el peso ideal para correr.
- – Comer muy natural, teniendo buenos hábitos y eliminar frituras en lo posible, pero sin dramatizar.
- – La proteína es importante, ayuda a la recuperación, pero no toméis carne por la noche, puede influir en el sueño. (Importante antes de una competición)
- – Carbohidratos por un tubo antes de las competiciones.
- – Hidratarse. No solo durante la competición sino también en los entrenamientos. Los electrolitos son indispensables. Evitaréis posibles lesiones musculares.
- – Los geles en competición, sólo los necesarios. La mayoría de las veces se peca de tomar demasiados y al final hay tal cóctel en el estómago que influye en la buena absorción.
2 thoughts on “¿Cómo debe ser la alimentación de un corredor popular?”