Si te has marcado como próximo objetivo correr una maratón, es natural que las dudas y miedos te invadan. Sobre todo si es la primera aunque esta prueba en sí misma, siempre es una incertidumbre. ¿Cómo has llegado a este punto? ¿Qué haces cuando te enfrentas al escenario de preparar una maratón?
No te puedo engañar. La maratón es una prueba tan dura como bonita. Cruzar la meta después de haber luchado contra tus límites físicos y mentales te da una satisfacción difícil de vivir con otras experiencias. Por eso tampoco me sorprendería que después de un tiempo como corredor, de haber competido en distancias menores y de haber oído a otros hablar de la maratón, quisieras probar.
Ten cuidado, porque engancha. Conmigo lo consiguió y acabé corriendo maratón tras maratón. Pese a lo que he sufrido con ella, he disfrutado también mucho. No te voy a desanimar en cuanto a que puedas lanzarte a por ella, en atletismo no hay mucho secreto, siendo constante entrenando se consiguen las cosas. Pero sí tengo que avisarte, es dura la preparación, el día de la carrera y su recuperación. Así que, tendrás que dedicarle el tiempo y el esfuerzo que merece a todas sus fases.
¿Qué sientes cuando decides correr una maratón?
Lo más probable es que lo primero que te invada sea una sensación de alegría e ilusión. A esto puede acompañarle un impulso de pensamiento positivo que trate de autoconvencerte de que puedes hacerlo, que si otros han podido, tú también puedes hacerlo. Entonces serás todo oídos, querrás saberlo todo sobre el reto que te espera.
Según vas adentrándote en la preparación y el paso de los días pone en marcha la cuenta atrás, empiezas a atisbar la envergadura del reto. Esa ilusión inicial empieza a mezclarse con miedos, temores e inseguridades. A ratos esto, unido a la motivación del reto, te hace sentirte con ganas de entrenar más para conseguirlo. Pero otras veces te vence la duda y sientes un poco de bajón.
La maratón es fácil que venga acompañada de altibajos pero también por esto, es más necesario llegar más preparado. La confianza en lo que estás haciendo juega un papel importante.
¿Por dónde empieza un corredor popular?
Ante esta situación de duda, lo más normal es lanzarse a buscar información. Quieres saberlo todo. Desde la parte más técnica a cómo han vivido esta experiencia otros corredores. Qué entrenamiento seguir, cómo hacer cada sesión, qué comer o cómo recuperar. Qué pasará el día de la carrera cuando superes el kilómetro 32, ¿llegará el muro? ¿Cómo tendrás que reaccionar?
Es comprensible tener estas dudas, no serás el primero ni el último en verse en esta situación. Así que, empezarás a tratar de saciar estas ansias de información y a buscar por todas partes. Preguntarás a otros corredores que ya han corrido alguna maratón. Entrarás en foros, redes sociales y blogs buscando todo aquello que sea de aplicación a tu preparación y te ayude a no cometer errores. Las revistas y libros que hablen del tema también serán bienvenidos. O hay quien opta por buscarse un entrenador y limitarse a seguir sus pautas.
Si te adentras en bucear en el mundo de buscar aquí y allá, irás poco a poco teniendo cada vez más y más información. Más datos y testimonios de otros. Pero al final, habrá puntos contradictorios. Cuanta más información y de más fuentes distintas, más probable que no apunten en la misma dirección. Más dudas pueden generarte cuando lo que buscabas era reducirlas.
No te digo que la informarse sea malo, pero no todo es cuanto más mejor.
Más o menos es así el arranque que vive un corredor popular que decide ir a por la maratón. Tiene la parte positiva de esa ilusión por el reto pero también el handicap de discernir cómo abordarlo.
